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RECONECTAR CON LA VIDA: ASPECTOS CLAVE PARA AFRONTAR EL DUELO.


El duelo es un proceso común por el que todas las personas van a pasar en algún momento de su vida. Es la respuesta natural del ser humano que se da ante la pérdida de una relación, ya sea con otra persona o con otro ser vivo, como es el caso por ejemplo de una mascota. Pero también puede darse ante la pérdida de aspectos más abstractos, como por ejemplo la salud, el proyecto vital, expectativas profesionales, etc...


En la entrada de hoy voy a centrar mi atención en explicar acerca del duelo por el fallecimiento de un ser querido, qué esperar mientras se está en duelo y consejos sobre cómo elaborar y acompañar a otras personas en su duelo.


El duelo como proceso natural y normal que es no se trata de una patología mental ni de una alteración de la conducta, a pesar de que la persona que está en duelo vive alteraciones en su estado emocional y una interrupción en su vida cotidiana. Se trata de una vivencia que afecta a múltiples niveles; nuestras emociones, nuestro cuerpo, nuestras relaciones, pensamientos y creencias, incluso la idea que tenemos de nosotros mismos y de la vida se transforma y cambia durante el proceso de duelo.


Todos reaccionamos de manera diferente a la muerte, haciendo uso de nuestras herramientas personales y recursos para hacer frente al dolor que conlleva esta experiencia. No obstante, hay personas que experimentan la pérdida de una manera tan intensa o trágica que tienen más dificultades para recuperarse y rehacer su vida, incluso pasados varios años de la muerte de la persona amada. Así, en conclusión podríamos decir que el duelo es un proceso normal pero que en ocasiones se puede complicar.



CÓMO AFRONTAR EL DUELO.


El duelo no "se supera", no hay nada que superar, no es una batalla, ni se debe luchar contra él. El duelo es un proceso necesario y natural, por lo tanto, se lleva, se vive, se siente y se integra para permitirnos tirar hacia adelante con nuestra vida sin la presencia de la persona que se fue.


No obstante, existen ciertos aspectos a tener en cuenta a la hora de afrontar un proceso de duelo que ayudarán a minimizar el sufrimiento y a que el proceso se vaya dando sin dificultades o enquistamientos, ya que de ser así podría llevarnos a desarrollar un duelo complicado.


1. Hablar sobre la muerte de la persona amada con amigos y familiares. Compartir mis sentimientos y poner palabras al dolor y la pena ayuda a integrar y a dar un mayor sentido a la oleada de emociones que se experimentan durante el duelo. Puede ocurrir que en ocasiones no tengas ganas de hablar sobre la pérdida y eso también está bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.


2. Aceptar los sentimientos que vayas experimentando y normalizarlos. Tras la muerte de un ser querido es muy común sentir distintos tipos de emociones y sensaciones que forman parte del proceso de duelo, las emociones más comunes son el miedo, enfado, el dolor, la aflicción y también aunque nos sorprenda es muy habitual sentir alegría. Los sentimientos suelen tener funciones adaptativas y por ende es bueno que aprendas a aceptarlos y a tolerar sentirlos.


3. Cuida de tí y de los tuyos. Cuando las personas estamos en duelo experimentamos una intensa sensación de cansancio, esto es así porque el duelo supone también un esfuerzo físico a muchos niveles. Por este motivo es importante cuidar el cuerpo, reponer energías, cuidar el descanso y la alimentación de manera que podamos afrontar mejor el trabajo que supone el duelo. Siempre que uno se vea con energía también se recomienda cuidar de los que tenemos al lado y estar pendiente de su cuidado sobretodo si son personas dependientes como es el caso de niños, jóvenes o personas con necesidades especiales.


4. Buscar un lugar o espacio para la persona fallecida. Buscar un lugar en la casa donde poner una caja con objetos y recuerdos o realizar un pequeño altar. Encender una vela para meditar sobre la persona que falleció, un ratito al día, o cuando se sienta necesario, ayuda a poder canalizar el dolor y a reconectar con la relación perdida para darle un nuevo significado a lo ocurrido.


5. Escribir una carta a la persona que falleció. Escribirle una carta te puede ayudar a ordenar y depositar tus sentimientos, así como lo que quisieras decirle, o tal vez agradecerle por ser parte de tu vida. Esto puede ser especialmente útil para poder hacer una despedida en esas situaciones donde las circunstancias de la muerte no han permitido despedirnos de la persona o para poder cerrar temas inconclusos que no han podido ser resueltos mientras la persona estaba viva.


6. Asimilar a tu ritmo. Es muy importante que no te obligues a "superarlo", a pesar de que los mensajes que te lleguen de la gente que te rodea sean del tipo "Sé fuerte" o "debes pasar página". Cada duelo es distinto, y hay muchos aspectos que influyen en su duración por lo que no te guíes a través de teorías generalizadoras o de consejos venidos de gente bien intencionada. Cuidar de tí también significa no ser dura contigo misma y aceptar que durante un tiempo no vas a poder funcionar como lo hacías antes de la muerte de esa persona, y no pasa nada.


7. Permítete ser feliz. Estar en duelo no implica dejar de sentir emociones positivas, por lo que no te extrañe que, en ocasiones, incluso en los días posteriores a la muerte de la persona, puedas llegar a sentir emociones agradables. Hay personas que se sienten culpables por sentir alegría, incluso pueden dejar de realizar actividades gratificantes por un sentimiento de culpa, como una sensación de que pasarlo bien o distraerse del dolor no es adecuado. Bien pues si este es tu caso, hazte un favor y sácate esta idea de la cabeza. Es saludable poder distraerse y buscar momentos en positivo, pues estos momentos son los que nos conectan con la vida y la ilusión por el futuro, a pesar de la ausencia de la persona querida.



CÓMO ACOMPAÑAR A UNA PERSONA EN DUELO.


Existen muchas maneras de acompañar a otra persona en su duelo, podría dar mil y un consejos sobre cómo estar presente ante el dolor de otra persona, pero, para sintetizar, me voy a centrar en lo que personalmente considero son los 3 puntos más importantes cuando se trata de acoger el duelo de un amigo o familiar.


Hablar sobre la pérdida. En ocasiones tememos la reacción de la persona en duelo, no sabemos cómo va a responder si le preguntamos o hacemos algún comentario sobre algún recuerdo o anécdota en relación a la persona que falleció. No temas hablar o preguntarle sobre la pérdida, puede ayudar a normalizar el dolor. Además se sabe que compartir buenos recuerdos o anécdotas sobre la persona que murió ayuda a sobrellevar mejor el proceso de duelo. Eso sí, si la persona no quiere hablar sobre la pérdida en ese momento, respétalo, y no trates de convencerla de lo contrario.


Sé paciente con el duelo ajeno. Hacer juicios sobre cómo alguien lleva el duelo no le ayuda a esa persona a llevar mejor la pérdida. Al contrario, forzar a la persona a estar mejor o a "superarlo" puede hacer que se sienta presionada a mostrarse bien delante de los demás, por miedo a ser culpabilizada o juzgada. Sentir que no cumple con las expectativas de la gente que le rodea puede provocar que la persona acabe por esconder sus verdaderas emociones y se aísle en su dolor.


Mantener el contacto. Suele ocurrir que tras la muerte de un ser querido, ya sea los primeros días, semanas o incluso meses la persona en duelo se sienta rodeada, e incluso a veces desbordada, por su círculo social más próximo, amigos, familiares y conocidos que llaman por teléfono, hacen visitas o en su versión más actual, envían audios o whatsapps para preguntar o ocuparse del bienestar emocional del doliente. Pero es muy común que esta compañía que rodea a la persona durante estos primeros momentos vaya decayendo con el tiempo, pasados 2-3 meses las personas vuelven a su rutina, es normal, y la ausencia se hace más evidente para la persona que está en duelo. En la medida que te sea posible no dejes de tener un contacto quincenal o mensual, aunque sea a través de un mensaje o una llamada, si la visita presencial o la quedada física no es posible. Esto le recordará que sigue teniendo el apoyo de sus amigos y familiares y le será más fácil poder pedir ayuda o hablar de cómo se siente sin sentirse inapropiada.



Los seres humanos tenemos una enorme capacidad de tirar adelante y superar la pérdida pero, en ocasiones, podemos llegar a sentirnos incapaces de avanzar en nuestro día a día alargando el proceso de duelo por más tiempo. En estas situaciones se puede estar pasando por lo que se conoce como un duelo complicado y en estos casos beneficiarse de una ayuda profesional calificada, como la que ofrece una psicóloga o psicoterapeuta, puede ser de inmensa ayuda para avanzar en el duelo.


Si es éste tu caso o conoces a alguien que pueda estar viviendo una situación similar, o si bien tienes dudas sobre este tema, por favor no dudes en ponerte en contacto conmigo, te ayudaré en todo lo que esté en mis manos.


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